Creyó que algunas personas aún la recordarían, personas que ella quería muchisimo, personas que de verdad creía que valían la pena. Sin embargo, el día después corrieron lágrimas por sus mejillas preguntandose por qué habían sido tan injustos. Tanto cariño brindado para que ni siquiera sepan sobre su día especial. Solo eso les pedía que aparecieran. Que a pesar de los obstáculos, le demostraran que ella valía algo para ellos.
Solo así entendió que no. Que a veces la gente no vale tanto la pena como uno piensa y asegura. Sencillamente, están.
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